¡El famoso grilled cheese sandwich estadounidense!
Un delicioso sandwich de queso fundido es lo mejor del mundo para etsos días a al hroa del desayuno o en pareja, el pan tan doradito, tostado y crujiente se mezcla perfectamente con el queso fundido que queda extremadamente cremoso, literalmente se vuelve una cream de queso super deliciosa y adictiva.
Este sandwich en pequeñas porciones resulta perfecto como bocadillo, es un buen acompañadmiento para una sopa o crema de tomate; o mi favorito: ¡DESAYUNO!
Ahora bien, hablémos del sadwich a más profundidad, primero y muy importante, el pan, relamente es a ghusto de cada quien, el más usado es el pan blanco de Bimbo, pero en lo personal prefiero, sin dudarlo 2 veces el pan artesano, sientoq ue queda más rico y no se pierde tanto al ser más grueso. Lo que respecta al queso, tambien es a gusto, generalmente y a nivel personal prefiero el tipo americano, pero pueden usar otros queso o mezclas de los mismo; no necesariamente tiene que se en rebanadas, pueden usarlo lado; algunas combinaicones buenas son: mozarella y cheddar, gouda y cheddar, monterrey jack y suizo; en fin como más les guste.
Y un pequeño must que deben probar si les gusta experimentar es colocar bacon frito, tomate grillado, pepinillos, jalapeños u otros ingredientes que más les gusten al mismo tiempo que el queso, y obtendrán un sin fin de deliciosos sabores....!
Los ingredientes necesarios son:
Queso Tipo Americano
Rebanadas de Pan Blanco o Artesano
Preparación:
- Untamos con mantequilla las caras del pan (las exteriores).
- Colocamos de 2 a 4 rebanadas o lonchas de queso entre 2 rebanadas de pan; personalmente use de tipo americano, pero pueden usar una mezcla de quesos diferentes para que tengan más sabor. Y justo este es el momento donde tienen que agregar otros ingredientes (totalmente opcional, yo prefiero solo el queso) como tomate grillado, pepinillos, tocineta o bacon frito, etc.)
- En una sartén a una temperatura media-baja ponemos el sandwich por un lado, le damos la vuelta, presionamos; tapamos, y lo cocinamos lentamente con cuidado de que no se queme, cuando esté dorado por un lado, le damos la vuelta; presionamos un poco más para aplastarlo, y dejamos dorar.
- El punto exacto es cuando los dos lados están bien dorados y el queso esté derretido y sobresaliendo un poco.