#ChocolateLovers
Que por cierto, seré honesto, esta es de las recetas que más me costó perfeccionar, por que a diferencia del Arrollado de Vainilla, esta esponja e sun poco más delicada, ya que el cacao reseca mucho las masas, y puede romperse más fácil, para ello un ingrediente que nos aporta humedad y elasticidad es la miel, es opcional, con o sin ella se logra, pero nos da más cuerpo para trabajar el arrollado; no se asusten si nos les sale a la primera, ya que requieren de práctica, experiencia y un par de intentos para que les salgan divinos y perfectos, aunque a la primera también les puede salir.
Ya para finalizar ustedes puedan jugar con el relleno y cobertura que quieran, el grosor del arrollado va a variar según el molde, les recomiendo NUNCA hacerlo grueso, porque hay muchísimas más posibilidades de que se rompa.
Los ingredientes necesarios son:
1 Cdt de Vainilla
2 Cdas de Aceite
1 Taza de Azúcar
3/4 Taza de Harina
1/2 Taza de Cacao Puro
1/4 de Taza de Agua Caliente
*1 Cda de Miel Pura -No indispensable pero ayuda mucho-
Preparación:
- Separamos las claras de las yemas, batimos las yemas con la mitad del azúcar hasta cremar y blanquear, agregamos la esencia de vainilla, *miel, el aceite y el agua, sin dejar de batir para mantener el aire y la cremosidad.
- Luego agregamos la harina cernida con el cacao, hasta obtener una mezcla homogénea.
- Batimos las claras a punto de nieve, pueden ayudarlas con 1/4 de cdt de sal, agregamos el resto del azúcar hasta formar un casi merengue.
- Incorporamos las claras batidas a la mezcla de yemas con ayuda de una espátula con movimientos envolventes en tractos de 4 adiciones, hasta incorporar completamente. Colocamos la mezcla en una bandeja forrada con papel para horno o como en mi caso con papel aluminio engrasado.
- Horneamos a 350°F o 215°C por un máximo de 15 minutos, no más de eso, solo necesitamos que se cocine, es prohibido dorar esta esponja, una vez lista así caliente la volcamos sobre un paño o toalla espolvoreada con azúcar; cortamos las orillas y enrollamos, dejamos enfriar completamente, dentro del paño, para que conserve su forma.
¡Y listo! Lo quitamos del paño, lo rellenamos y decoramos, y podemos celebrar un cumpleaños, cortarlo en rodajas para venderlo, o servimos como postres en un evento, cualquier consulta me escriben a mi instagram @giancarloblog |